28 de junio de 2011

¡Por un Ser Humano Real YA!

Como fruto de la crisis mundial, y era de esperar, el pueblo empieza a salir de su embriaguez... a la calle también. Estamos en la resaca.
Durante muchos años, el pueblo se ha dejado llevar, ha participado a la fiesta, ha hecho la vista gorda; enriquecimiento a mediana y gran escala, especulación, tramas de corrupción, abuso del poder y prevaricación, con apoyo de muchos de los medios analgésicos de manipulación: me inflo, te inflas, nos inflamos...
Consentir las injusticias, mirar en otra dirección, aceptar el sistema y seguir en la misma dinámica revela una anomalía conductual.

¿Porqué el común ciudadano admite lo que pasa...?   
Simplemente porque baña en el SUEÑO AMERICANO, donde todo es posible, donde el más pobre mañana puede ser rico, famoso, o el más ...

¡Stop! ¡Aquí está la trampa!
Todos, o casi todos hemos sido educados por un sistema desde el cual se nos introdujeron como troyanos, los FALSOS VALORES de los que somos esclavos y soportamos en el día a día las consecuencias. Nuestros padres, las instituciones, la cultura… Con un condicionamiento calculado, nos han educado a ser creyentes, patriotas,  egoístas, individualistas, indiferentes, hipócritas, especuladores,  a base de competitividad, de recompensas materialistas, de condecoraciones, de títulos y funciones, trabajándonos nuestros complejos y miedos, arrebatándonos desde la niñez nuestras emociones y sentido crítico.
¡HABLAMOS DE DESHUMANIZACIÓN!
A quién le extraña, cuando ha llegado a un cierto estado de conciencia, esta decadencia patética;  vivimos en una sociedad sedada, conformista y arraigada a un consumismo letal.
El moldeo del individuo es aplastante; al mismo tiempo borrego y lobo, manso y depredador  al servicio de las violencias pasiva y activa, de ámbito global, a nivel humano y medioambiental.

No es hora de buscar culpables, de lamentarnos de nuestros males, de designar quién del banquero o del político es más chorizo. Pensar de esta forma es demostrar debilidad y sometimiento a un poder que no consideramos nuestro. Entiendo a toda esta gente indignada, siguiendo el paradigma del victimismo, gritando su malestar y apuntando del dedo a los potenciales culpables, soy parte de ella.
Debemos ser responsables, admitir que nos hemos equivocado y por lo tanto rectificar. Y si perdonamos será también a nosotros mismos.
Antes de poner parches a un sistema obsoleto e inhumano, donde los remedios prolongarán la agonía, porque no, participar en las bases de una nueva sociedad solidaria donde cada ser humano:
  • Tendrá cubierto sus necesidades básicas, casa, comida, servicios...
  • Será educado en armonía a su persona y a su ritmo de crecimiento, con el apoyo necesario, de forma holística.
  • Será partícipe con su dedicación y actuación, al buen desarrollo social en cualquier ámbito estructural de gestión, de salud, de la alimentación, tecnológico, energético, de medio ambiente, etc.
  • Podrá dedicar igualmente su tiempo a actividades creativas, artísticas, de investigación, de estudios y de viajes...
  • ...
  • (Otros puntos en el tintero...)
En este  supuesto desaparecen sustancialmente todo tipos de enfermedades, las guerras, el hambre, la competitividad, las fronteras con sus países que podemos llamar "guetos" entre otras lacras y como no, el uso del dinero con lo que conlleva, en pro de una sociedad basada en recursos compartidos, optimizada, respetuosa, relacional, autosuficiente...
El "Cómo" está por terminar de escribir o quizá existe ya, en algún lugar "Fresco" de la red ;), pero aquí está el esqueleto de una propuesta basada en una reflexión resumida en unas pocas líneas, puede que suficientes, sobre el problema de fondo. Se puede empezar desde ya, y lo demás llegará por sí solo. (No es un sueño, y menos... americano.)

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